25 marzo 2007

Ernesto





Hace ya tiempo que empecé este blog...
Fue el primero de todos y lleva en sus entrañas la música más hermosa del mundo que es el latido del corazón de mi padre.
No le había dedicado ningún post hasta hoy...
Me siento particularmente nostálgica...
Vivo esencialmente conectada con él, con Ernesto, en el lugar en donde se encuentre.
La vida junto a mi padre siempre me resultó fácil, nos entendíamos sin más palabras que una mirada y yo lo amaba con locura y obviamente lo prefería.
Era la persona con la que mejor me sentía.
Fue un hombre sencillo y bueno, nos entregó todo lo que tenía: su corazón...
Y se fue callado...
Tan callado como vivió ya que le tocó en suerte tener cuatro hijas mujeres y una esposa:
"Así que me comprenderán cuando digo que era callado."
Me regaló su alegría, su risa, su responsabilidad por la familia, su honestidad y su confianza.
Tenía alma de artista y comprendía el arte y lo apoyaba con su elogio y su mirada...
Hoy lo extraño, anhelo ese perfume a lavanda que lo caracterizaba, su pañuelo con olor a lavanda que aún conservo como un recuerdo tonto pero importante para mí...
Yo sé que está a mi lado aunque no lo vea, que me sostiene cuando estoy triste, que me canta cuando lloro, que me besa cuando voy a dormir...
Igual lo añoro..
Quiero que quede plasmado acá cuánto lo quiero y tal vez cuánto lo necesito.
Con todo mi amor este beso para vos papá...